Hermanas Benedictinas de la
Abadía de Turvey
Intérprete: Erin Pearce
Las Hermanas Benedictinas de la Abadía de Turvey capturaron un momento en el que la sagrada familia se halla en una situación vulnerable. Un ángel se le apareció a José advirtiéndole huir a Egipto y así escapar de la ira de Herodes (ver Mateo 2:13). José y María inician el viaje a Egipto, donde no hay garantías de una vida mejor.
Las Hermanas Benedictinas utilizan el color y la luz para dirigir nuestros ojos hacia el niño Jesús, arropado con un lienzo blanco, rodeado de un círculo de luz. Esa luz toca a María y a José, estableciendo una conexión entre los tres. Jesús duerme en paz, en claro contraste con el caos que reina en el mundo donde ha venido a nacer. Los colores comienzan a oscurecerse hacia los bordes, un recordatorio de que «La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no la dominaron» (Juan 1:5, RVR).
El atuendo rojo de María podría simbolizar pasión o devoción. También podría anticipar el amor sacrificial de Cristo. Sus ojos están cerrados. Quizás, ¿en oración? O, ¿descanso? Tal vez ambas. Su prioridad son el bienestar y la seguridad de Jesús, y posiblemente se sentía agotada por cuidar un bebé. El verde de la capa de José, que representa la esperanza, la libertad y una nueva vida, hace énfasis en la nueva vida que trae el nacimiento de Jesús para él, su familia y todo el mundo. José dirige la vista hacia arriba, esperanzado, avistando el futuro.
Al recibir otro año con expectativas, ¿qué cree que trae el futuro para usted, sus seres queridos, su comunidad y el mundo? ¿Qué desea dejar atrás? ¿Cómo le invita Jesús a una nueva vida?